Discos Duros

¿Qué es un disco duro?

El disco duro es clave en cualquier ordenador, ya sea de sobremesa o portátil, y sirve para almacenar datos. Los tradicionales HDD usan platos y cabezales para leer y escribir información, mientras que los modernos SSD, aunque no tienen discos ni platos, ofrecen mayor velocidad y capacidad, similares a una memoria USB avanzada.

La evolución de los discos ha sido notable: de conexiones IDE a SATA, aumentando la velocidad y capacidad. Antes, 20GB era estándar; hoy, es común usar discos de 1TB o más. Los SSD destacan en entornos exigentes como gaming, diseño e ingeniería, consolidándose como líderes en almacenamiento rápido y eficiente.

Tipos de discos duros

Los discos duros han evolucionado en tamaño, velocidad y tecnología. Se dividen en dos grandes categorías: internos (instalados dentro del ordenador) y externos (conectados por USB u otras interfaces). Dentro de estas categorías, encontramos cinco tipos principales:

1. PATA: Primeros discos del mercado (1986), con transferencia de 133MB/s, uso de magnetismo, y soporte para dos dispositivos por conexión.
2. SATA: Reemplazaron a los PATA, con mejoras en velocidad y eficiencia para PCs y laptops.
3. SCSI: Discos flexibles para operaciones 24/7, ideales para mover grandes volúmenes de datos, conectables interna o externamente.
4. HDD: Almacenan datos de forma permanente con tecnología basada en magnetismo y partes móviles.
5. SSD: Última tecnología, sin partes móviles, basada en memoria flash. Destacan por velocidad, durabilidad y bajo consumo, con conexiones M.2 que alcanzan hasta 2.5 Gbps.

Diferencias entre un disco duro tradicional y un SSD

Estructura
Un disco duro tradicional (HDD) utiliza platos giratorios y cabezales móviles para leer y escribir datos, mientras que un SSD está compuesto por chips de memoria, similar a un módulo de RAM o un pendrive. Esto hace que el SSD sea más compacto y sin piezas móviles.

Tecnología
Los SSD ofrecen velocidades de lectura y escritura mucho mayores, alcanzando gigabytes por segundo, mientras que los HDD son más lentos debido a su mecanismo mecánico. Además, los SSD son más resistentes a golpes y vibraciones al no tener piezas móviles.

Evolución
Antes, se usaban SSD pequeños para sistemas operativos y aplicaciones, dejando los HDD para almacenamiento masivo. Sin embargo, con la reducción de costos y el aumento de capacidad en los SSD, pronto podrían reemplazar completamente a los discos duros tradicionales.

Factores que influyen en la velocidad de un disco duro

1. Tiempo de acceso
   En los HDD, depende del desplazamiento del cabezal hacia la posición correcta entre los platos giratorios. En los SSD, se basa en la rapidez con la que la interfaz accede a las celdas de memoria, siendo mucho más rápido y eficiente.
2. Velocidad de rotación (RPM)
   Solo aplica a discos mecánicos (HDD). Indica las revoluciones por minuto de los platos, afectando directamente la rapidez de lectura y escritura. Las velocidades comunes son 5.200, 5.400, 5.900 y 7.200 RPM.
3. Interfaz de conexión
   La interfaz determina la capacidad de transferencia de datos. Ejemplos incluyen IDE, SATA, USB y Thunderbolt, con velocidades variables según la tecnología.
4. Velocidad de transferencia
   Indica la cantidad de datos que el disco puede enviar o recibir, influenciada por la interfaz y la arquitectura interna del dispositivo.
5. Memoria caché (buffer)
   Es una memoria rápida de acceso temporal que almacena los últimos datos leídos. Aunque pequeña (8 a 64 MB), optimiza las operaciones al reducir la necesidad de leer directamente del disco.